La entrevista de Cecilia Orozco. El Espectador.
11 Abril 2008 - 8:40pm
Cecilia Orozco Tascón.- Con 51 congresistas involucrados en las investigaciones por paramilitarismo y 29 de ellos en la cárcel ¿La democracia colombiana se está debilitando o se está fortaleciendo?
Carlos Gaviria.- Lo que pone de presente esa circunstancia es la fragilidad de la democracia colombiana ¿Cómo puede hablarse de democracia cuando una cantidad tan significativa de congresistas ha sido elegida con votos de grupos armados al margen de la ley que además son los autores de crímenes horrendos? Ha habido investigaciones, es cierto, pero porque algunas instituciones han sacado la cara por el Estado. Por ejemplo, la Corte Suprema viene haciendo lo suyo de una manera valerosa y eficaz. Sin embargo, la actuación de la Corte no fue precisamente programada de esa manera. Ocurrió que del proceso de sometimiento de los paramilitares a la justicia, con una ley que por cierto fue bastante benévola con ellos, se desprendieron estas investigaciones, las cuales, más bien que propiciadas, han sido interferidas por el gobierno.
C.O.- Pero precisamente el argumento del gobierno a su favor, es el de que fue el Ejecutivo quien provocó que se descubriera la verdad por la ley de Justicia y Paz.
C.G.- En primer lugar, la ley de Justicia y Paz tenía que dictarse, entre otras razones porque los paramilitares que apoyaron a Uribe tanto en la primera elección como en la segunda, le hicieron varias exigencias. Y una de ellas fue la de una ley benévola con ellos. Recuerde que la que se presentó inicialmente y que se conoció como ley de alternatividad penal, era vergonzosa desde el punto de vista del Derecho Internacional Humanitario. Se modificó después por las exigencias de la comunidad internacional y por las voces disidentes en el Congreso. De todos modos, la que pasó es bastante blanda. En segundo lugar, y a pesar de eso, esta ley dio lugar a otras investigaciones, y no podía ser de otra manera por las confesiones de los paramilitares. Los jueces, específicamente la Sala Penal de la Corte Suprema, asumieron su función con gran seriedad. Hay que recordar que el propio gobierno ha manifestado en muchas ocasiones su inconformidad con la manera como la Corte viene cumpliendo su tarea, para mí, admirable.
C.O.- ¿Cómo demuestra la afirmación de que los paramilitares le hicieron la “exigencia” a Álvaro Uribe, en campaña, de que impulsara una ley a favor de ellos? No creo que el Presidente acepte esa versión de los hechos.
C.G.- Su apoyo fue lo que en derecho se llama “un hecho notorio”. Si a continuación se dicta en su beneficio una ley benigna ¿Será una deducción temeraria inferir que había sido convenida y que luego se exigió el cumplimiento del compromiso?
C.O.- ¿Por qué parece ser claro para usted que el gobierno está interfiriendo a la Corte en los procesos de la parapolítica?
C.G.- Con los incidentes que se han presentado, cualquier persona con sentido común debe tener esa percepción. Esperemos, por ejemplo, a que se aclare el asunto entre el anterior presidente de la Corte y el Presidente de la República sobre la llamada de éste último para preguntar por el proceso del doctor Mario Uribe.
C.O.- ¿Usted está entre quienes opinan que este Congreso es ilegítimo y que, en consecuencia, deberían adelantarse las elecciones?
C.G.- En este caso, sin duda, hay una gran responsabilidad del Congreso teniendo en cuenta que un buen número de sus miembros está siendo investigado o ya está privado de su libertad. Pero la gente parece olvidar un hecho que es incontestable, y es que los votos que sirvieron para elegir a los senadores y a los representantes de los sectores uribistas fueron los mismos que sirvieron para elegir al Presidente de la República. Y por tanto, que la ilegitimidad no cobijaría solamente al Congreso sino también al Ejecutivo.
C.O.- ¿Quiere decir que si se llegare al acuerdo de adelantar las elecciones para Congreso también habría que adelantar las elecciones presidenciales?
C.G.- No me queda la más mínima duda de que no sería adecuado, justo ni conveniente que se adelantaran las elecciones del Congreso sin poner en tela de juicio la elección presidencial.
C.O.- ¿Estamos preparados para esa alteración democrática, y más que eso, es necesario adelantar las elecciones para relegilitimar las instituciones y el Estado?
C.G.- Hay un teórico español del Derecho, Manuel Atienza, quien, refiriéndose a procesos judiciales difíciles de fallar, habla de “casos trágicos”. Son aquellos en los cuales cualquier decisión que uno tome, lo deja insatisfecho. Dicho eso, le agrego que nunca he sido partidario de jugar con la Constitución, de estar reformándola. Sin embargo, pienso que en este caso la convocatoria de una asamblea nacional constituyente sería pertinente para que se pudiera hacer una revisión no solo del Congreso sino de todas las instituciones que han sido afectadas por la parapolítica.
C.O.- Si los votos que ayudaron a elegir a una treintena de congresistas son de origen ilegal, y estos congresistas ayudaron a su vez a elegir al Jefe de Estado ¿Le cabe al Presidente algún tipo de responsabilidad jurídica o política, o ninguna de ellas si no se le demuestra una relación directa con pactos insanos?
C.G.- Hay que distinguir dos tipos de responsabilidad, la política y la penal. Al Presidente le cabe responsabilidad política porque es impensable que él no hubiera estado al tanto de las actividades a las que se dedicaban sus líderes regionales. El Presidente ha recorrido el país varias veces y lo conoce bastante. También sabe muy bien quién hace política en las regiones y cuáles son los nexos de cada uno. Ya hablar de connivencia específica del Jefe de Estado con algún grupo es otra cosa, y ahí sí habría que individualizar su responsabilidad, que en ese caso sería penal.
C.O.- ¿Qué haría el Polo con la curul y con su congresista si alguno de sus parlamentarios resulta involucrado en una investigación por parapolítica o por conexiones con la guerrilla, como tantas veces se ha sugerido?
C.G.- Aunque desde luego una hipótesis de esas puede contemplarse, esperamos que no se dé. En caso de que ocurriera, le hago esta primera observación: un partido no puede disponer de las curules. No podría decir, por ejemplo, que se las cedemos a otro movimiento porque está establecido claramente en la constitución colombiana y en leyes que rigen los eventos electorales en Colombia, lo que se puede y no se puede hacer. Tendríamos, eso sí, que asumir la responsabilidad por la militancia y por la elección de alguno de nuestros miembros que resultaren implicados en relaciones con grupos al margen de la ley. Y asumirla, significa algo más que decir “lo lamento mucho”. Tenemos que hacer valer los estatutos y sobre todo, nuestra credibilidad política.
C.O.- La propuesta de convocar una constituyente ¿La hace usted en forma individual o como presidente del Polo Democrático?
C.G.- Siendo el presidente del Polo, también soy muy respetuoso de las decisiones del partido. En un momento dado la bancada deliberó y llegó a la conclusión por amplia mayoría de que no era conveniente anticipar las elecciones. No obstante, en el comité ejecutivo se dispuso que el próximo lunes se debata el asunto entre el comité y la propia bancada para tomar una decisión definitiva. En este momento, le estoy expresando mi posición, pero si el partido decide otra cosa, lo respaldaré.
C.O.- Si el Polo decidiera impulsar una asamblea constituyente ¿Cree que esa propuesta tendría eco en otros partidos?
C.G.- He recibido muchos mensajes de personas del común que creen que es necesario hacer un esfuerzo para relegitimar al Estado y sus instituciones. Sé que el remedio es costoso y que incluso es bastante aleatorio sobre todo, porque no puede aplicarse de manera inmediata. Para poder convocar una constituyente, hay que superar muchas etapas y estaríamos llegando a ejecutarla solo a finales del 2009, una fecha muy próxima a las elecciones del 2010. Sin embargo, no encuentro ahora una vía mejor.
C.O.- ¿La reforma política que se está discutiendo no le parece suficiente y adecuada?
C.G.- No es suficiente ni adecuada aunque, justamente, uno de los temas fundamentales para que las elecciones sean creíbles es una reforma política profunda pero con un escenario como el de una asamblea constituyente que no esté directamente afectada por el problema de la parapolítica. Tendría que garantizarse, además, que la elección para ser constituyente fuera muy clara y que existiera una veeduría internacional para garantizar que los elegidos no vayan a ser los mismos, o personas muy próximas a los protagonistas de este escándalo.
C.O.- ¿Con cuáles objetivos convocaría usted una asamblea constituyente?
C.G.- Fuera de ocuparse de una reforma política profunda, debería sentar las bases de una reforma electoral que diera mucha mayor confiabilidad en los resultados de las votaciones.
C.O.- ¿Qué tipo de reformas deberían hacerse en el campo electoral?
C.G.- Por ejemplo, no entiendo todavía cómo el órgano supremo electoral en Colombia está constituido por representantes de los partidos políticos y en donde, al mismo tiempo, los grupos minoritarios no tienen representación. Ese órgano debería ser muy similar a uno judicial, es decir, debería estar integrado por verdaderos magistrados.
C.O.- Para nadie es un secreto que la labor de la Corte Suprema es bastante difícil de aceptar en los estamentos políticos. Más allá de que se presenten ciertos rifirrafes ¿Cree que se puede llegar a un punto en que la Corte no pueda seguir actuando?
C.G.- La Corte Suprema ha comprobado con evidencias que sus actuaciones han estado a la altura de las circunstancias, pese a que ha habido varios intentos de interferencia, lo que pone de presente que la separación de los poderes, que es una de las instituciones básicas del Estado de Derecho, no funciona correctamente en Colombia. Ahora, no descarto la eventualidad de que se le impida actuar.
C.O.- A la Corte se le critica con el argumento de que bastan las declaraciones de unos delincuentes para condenar a los detenidos ¿Es suficiente uno o dos testimonio para demostrar la culpabilidad de alguien?
C.G.- En Colombia hemos adquirido una costumbre muy nociva y es la de juzgar los procesos desde afuera. Pero a propósito de su pregunta, ese es un problema de Derecho probatorio bastante complicado. Había un principio que decía: mendax in unu, mendax in toto. Eso significa que si una persona había mentido en una parte, había que desechar toda su declaración por mentirosa. Pero ha corrido mucha agua bajo el puente desde entonces. Ahora nada se debe descartar a priori, y todo tiene que estar sometido a verificación procesal. Uno de los grandes retos que afrontan los jueces de hoy, es el de la crítica del testimonio y, desde luego, el de la crítica de la confesión. En una indagatoria, una persona puede hacer unas afirmaciones falsas y otras verdaderas ¿A quién le corresponde hacer esa evaluación? Desde luego al juez, quien puede aprovechar los testimonios que tengan veracidad, y examinarlos junto con otras pruebas que estén incluidas dentro del mismo proceso.
C.O.- Al Polo se le ha acusado de tener conexiones o simpatías con la guerrilla y, a propósito de la parapolítica, hay muchos que concluyen diciendo que todavía falta el proceso de la farcopolitica o de los nexos de políticos con la guerrilla. ¿Usted cree que falta por desarrollar esas investigaciones?
C.G.- Vamos por partes. El Polo rechaza, mediante una norma estatutaria que fue aprobada por unanimidad, la lucha armada. Por tanto, la discusión dentro del Polo sobre si ese tipo de lucha es viable o legítima, está concluida. En cuanto a que falta desarrollar las investigaciones por nexos con la guerrilla, ya han debido adelantarse y se ha debido llegar a alguna conclusión. Lo que sí parece claro es que la influencia de los grupos paramilitares en las elecciones ha sido infinitamente superior a la que haya podido tener la guerrilla. Y si no se ha hecho aún, nosotros no nos oponemos a que se hagan cuando lo quieran, y aceptaremos los resultados de la justicia. Deseo añadir lo siguiente: el Polo no ha sido sindicado formalmente de tener nexos con grupos armados al margen de la ley, salvo conjeturas, que siempre aparecen cuando se nota que el Polo está creciendo. Ahora no pueden surgir procesos y desatar una cacería de brujas contra la oposición, como respuesta a los cargos de paramilitarismo que se les han formulado a los grupos que apoyan al doctor Uribe.
C.O.- Usted dijo públicamente una frase que le han criticado mucho y según la cual “no es lo mismo matar para que otros vivan mejor, que matar para enriquecerse personalmente” ¿Se arrepiente de lo que dijo?
C.G.- De ninguna manera. Me asombra que me hagan cargos, acusaciones o que me censuren a propósito de una frase que estoy dispuesto a repetir. Me ha sorprendido que haya un desconocimiento tal de lo que es el Derecho Penal y que haya quien piense que es un exabrupto lo que dije. Voy a recordarle dos disposiciones del Código Penal colombiano que además existen en todos los códigos penales del mundo. El artículo 103 dice que “el que matare a otro incurrirá en prisión de 13 a 25 años”. Pero luego está el artículo 104 que habla de circunstancias de agravación y que incrementa la pena de 25 a 40 años si el crimen se cometiere “por promesa remuneratoria, ánimo de lucro o por otro motivo abyecto o fútil”, es decir, por un motivo egoísta.
Confrontemos eso con una norma que también es universal: el artículo 106 del Código dice que “el que matare a otro por piedad, para poner fin a intensos sufrimientos provenientes de lesión corporal o enfermedad grave incurable, incurrirá en prisión de 1 a 3 años”. ¡Qué diferencia de pena! La una, es una pena de 25 a 40 años, cuando la persona actúa en beneficio propio. En cambio el que actúa con motivos altruistas, tiene una condena mínima. Eso significa que el Derecho Penal universal siempre evalúa los móviles que han dado lugar a la comisión del delito.
C.O.- ¿No cree que su frase fue tan controvertida porque usted se refería a crímenes cometidos por la guerrilla y ese es un tema muy sensible?
C.G.- Es posible que confundan una cosa con otra, pero cuando yo he defendido la tipicidad del delito político, por ejemplo, del delito de rebelión que aún se mantiene en el Código Penal, he dicho que el Derecho Penal liberal ha tratado con benevolencia a quienes se sublevan con el objeto de imponer un sistema que creen mejor, pero con una condición: que no cometan delitos atroces ni delitos de lesa humanidad.
C.O.- Para hablar en sus términos ¿Cree que la Fiscalía es más benevolente con los congresistas investigados que la Corte, como parecen sugerirlo algunos?
C.G.- Antes de contestarle quiero manifestar que, respetando mucho a la Corte Suprema, no creo que haya debido admitir la renuncia al fuero, porque ese no es un beneficio individual sino que se concede en razón de lo que representa un congresista. Dicho eso y para contestarle, creo que se ha buscado a la Fiscalía para tener el beneficio de la segunda instancia. Y en segundo lugar, porque posiblemente se piensa que funcionarios de la Fiscalía, especialmente los subalternos, son sobornables y más fáciles de presionar.
C.O.- Hay dos casos críticos que tiene que resolver la Fiscalía en los próximos días: el del delincuente apodado “Tasmania”, que acusa a un magistrado auxiliar de la Corte, y el proceso de Mario Uribe. En su opinión ¿El Fiscal General es susceptible de dejarse presionar?
C.G.- Cuando uno habla de que tiene que tener confianza en la administración de justicia, habla de todas las instituciones. Claro que uno es propenso a darle más credibilidad y considerar más invulnerables frente a las presiones, a ciertos órganos que a otros. Pero aunque no deberíamos aludir a personas sino a instituciones, debo decirle que conozco al Fiscal actual, Mario Iguarán, desde cuando era magistrado auxiliar de la Corte y me he formado de él un buen concepto.
C.O.- Cambiando de tema ¿Cuál es su percepción sobre el fracaso del trámite del TLC en el Congreso de Estados Unidos?
C.G.- El Polo se ha opuesto de modo inequívoco y contundente a la aprobación del TLC por considerarlo nocivo, no sólo para la economía colombiana y los sectores más vulnerables de la población, sino para la soberanía nacional. Por eso celebramos la actitud de los demócratas y las razones que invocaron para congelarlo.
C.O.: Hay miembros del Polo, entre otros, que han ido a Washington a hacer campaña anti-TLC. Usted mismo, si no estoy mal, envió una carta en ese sentido ¿No es perjudicial para el país hablar en el exterior en contra de un determinado asunto?
C.G.- Esa pregunta sí que me parece importante. Es un exabrupto confundir el amor al país con la visión o los programas de un gobierno. Y algo más: es posible que el amor que le tenga uno a su país, se traduzca en querer un gobierno mejor que el que tiene.
C.O.- Se han comentado mucho las divisiones internas del Polo y se ha hablado de las tendencias de derecha, centro e izquierda ¿Prevé que haya divisiones?
C.G.- El pluralismo es una de las grandes riquezas del Polo. Es evidente que hay matices y es posible que haya algunos sectores que hacen más énfasis en algunos propósitos que en otros. Pero de todas maneras confluimos en un ideario de unidad. No le tememos a las discusiones, siempre que tengamos mecanismos fiables para dirimirlas. Pero no creo que corresponda a la realidad del Polo esa caricaturización de que hay sectores de extrema derecha, de extrema izquierda y de centro. Tal categorización es simplista y a veces, creo que incluso tiene alguna dosis de mala fe.
C.O.- De todas formas, ha quedado claro que hay competencia entre líderes del Polo que quieren brillar con luz propia ¿Los celos internos pueden terminar perjudicando al partido?
C.G.- Eso es imposible de suprimir porque no se trata de un fenómeno político sino de un fenómeno humano. En política es evidente que se presentan ambiciones concurrentes a ciertas posiciones, deseos de liderazgo y de ostentar una cierta jerarquía.
C.O.. Teniendo en cuenta ese hecho ¿Cómo van a realizar, sin que produzca efectos divisionistas, el proceso de selección de su candidato presidencial?
C.G.- Hemos ensayado ya un mecanismo que funcionó cuando Antonio Navarro y yo éramos precandidatos y por tanto no nos tiene que quitar el sueño la manera como vayamos a elegir al candidato único.
C.O.- No obstante, quienes están interesados ahora en esa disputa son personas con características diferentes. ¿Hay riesgo de que alguno se salga del corral?
C.G.- El Polo ha demostrado ser un partido capaz de comprender muchos matices y de tener debates internos que han ido consolidando la unidad. Todo el mundo es libre de expresar sus opiniones pero una mínima disciplina del partido exige que las decisiones que se tomen, sean respetadas.
C.O.- Aunque usted ha dicho que no aspira a una nueva candidatura presidencial, nadie le cree. ¿Va a estar en la lista?
C.G.- Cecilia, tengo la firme convicción de que el Polo tiene una nómina de líderes bastante brillante y de que hay mejores opciones.
C.O.- ¿Eso quiere decir que no aspirará?
C.G.- Usted puede sacar la conclusión.
A escasos 20 días de conocerse el candidato oficial del Polo Democrático Alternativo a la Alcaldía de Bogotá, el súbito anuncio de dos pesos pesados de la organización —Antonio Navarro y Gustavo Petro— de apoyar a la ex ministra María Emma Mejía para la consulta del 8 de julio, alborotó el avispero político local y tiene a sus dirigentes haciendo cálculos sobre la mejor estrategia para enfrentar a Enrique Peñalosa sin dividirse.
El reto es mayúsculo. Sin oficializar aún su candidatura y desde su propio movimiento político, el ex alcalde Enrique Peñalosa ya puntea en las encuestas. El Polo quiere seguir gobernando a Bogotá, pero su líder Luis Eduardo Garzón no puede participar en política. Carlos Gaviria se declaró neutral. Sus copartidarios enfrentan un dilema: seguir la línea ideológica o atender la conveniencia electoral. La última vez que sondearon sus preferencias, Samuel Moreno Rojas obtuvo el 53% del apoyo.
Ocurrió en marzo y el camino parecía despejado al heredero de la Alianza Nacional Popular del ex presidente Rojas Pinilla, su nieto Samuel Moreno. Pero el poder político se construye con adhesiones, nombres y votos y María Emma Mejía, quien obtuvo un 18% de respaldo entre los delegados del Polo en el primer sondeo, trabajando con la militancia, debatiendo con sus líderes, demostrando que conoce el oficio de hacer política, hoy se perfila como una fuerte rival para la consulta del 8 de julio y muchos analistas ya la dan como nominada.
El tercero en discordia, Hernando Gómez Serrano, menos conocido para los medios de comunicación que sus dos contendores, pero de muchos años de trabajo con sectores políticos de izquierda en la capital, arrancó con un 14,5% de apoyo entre los delegados del Polo y, hasta la semana anterior, esperaba que Gustavo Petro se convirtiera en su soporte para la consulta definitiva. Esta semana constató que tiene que seguir adelante con sus bases, pero ya advirtió que se dejará contar el 8 de julio.
Todos saben que la única forma de derrotar a Peñalosa el 28 de octubre es llegar unidos, pero por ahora la pugna está al rojo vivo. Como lo manifiesta el politólogo de la Universidad Javeriana Fernando Giraldo, se trata de una lucha que saca a flote los sectores representativos del Polo, encabezados por sus tres líderes electorales: Jorge Robledo, Gustavo Petro y Luis Eduardo Garzón. Ellos saben que en cuatro meses se libra el primer round entre el Polo y el uribismo por la Presidencia de 2010.
Los candidatos
Sin mayores rodeos, Samuel Moreno Rojas reconoce que ni Antonio Navarro ni Gustavo Petro han estado con él y confía en sus propios votos y en los de cuatro de sus aliados: Jorge Robledo, Germán Navas Talero, Jaime Dussán y Venus Albeiro Silva. Está convencido de que la adhesión de Navarro y Petro a María Emma Mejía obedece a conveniencia electoral, sostiene que así Antonio Navarro Wolf asegura la Gobernación de Nariño con los votos de Parmenio Cuéllar y reivindica su pasado político.
Dos de sus aliados tampoco ceden. El senador Jorge Robledo define a Samuel Moreno como la figura ideal para gobernar a Bogotá y advierte que como sólo votan los afiliados del Polo, su candidato ganará la consulta. A su vez, Germán Navas sostiene que María Emma Mejía es a la izquierda lo que Noemí Sanín es a la derecha, “siempre están en todas partes, pero nunca se comprometen con ningún lado”. Y añade: “Samuel Moreno nunca ha salido elegido gracias a los votos de Navarro y Petro”.
La ex canciller María Emma Mejía se defiende y contraataca: “soy fundadora del Polo Democrático Alternativo y represento los intereses de la izquierda y eso se demuestra en las figuras que me apoyan. Además, siempre he expresado públicamente mi compromiso con la paz negociada y la política social del alcalde Luis Eduardo Garzón. Además, el problema no es si represento plenamente a la izquierda. Soy una mujer con propuestas democráticas que defiende los derechos humanos”.
Con pragmáticos argumentos, el senador Gustavo Petro defiende su adhesión: “nuestro criterio no es ideológico sino pensando en lo que más convenga a la ciudad. No nos estamos inclinando al centro o a la izquierda, lo que creemos es que María Emma Mejía es la candidata ideal para representar al Polo Democrático y ganarle a Enrique Peñalosa. Además, si se trata de hacer historia, yo fui quien lanzó a Antanas Mockus en su primer período como Alcalde. Y derrotamos a Peñalosa”.
Otro histórico del Polo Democrático y del M-19, José Cuesta, hoy candidato al Concejo de Bogotá, cree que María Emma Mejía representa uno de los sectores de mayor amplitud democrática en Colombia y constituye el eslabón correcto entre la izquierda democrática y los nuevos sectores de opinión nacional, en respuesta a la alianza uribista-peñalosista que busca quitarle al Polo sus espacios de gobernabilidad y de democratización del debate intelectual y político.
La opción María Emma Mejía, además de Gustavo Petro y Antonio Navarro, cuenta con el respaldo del senador Parmenio Cuéllar, del concejal Carlos Vicente de Roux, de la línea de la antigua Corriente de Renovación Socialista encabezada por Antonio Sanguino y León Valencia y se han unido algunos líderes independientes más asociados a la intelectualidad y la defensa de los derechos humanos, como William Ospina, Gloria Flórez y Jorge Rojas, director del Codhes, entre otros dirigentes.
En apariencia la pugna por la nominación en el Polo está centrada entre Samuel Moreno Rojas y María Emma Mejía. Sin embargo, Hernando Gómez Serrano tampoco se da por vencido. Básicamente lo apoyan el dirigente popular Fernando Rojas y los sectores tradicionales de la izquierda representados por el Partido Comunista y la Unión Patriótica. Él manifiesta que representa el socialismo del siglo XXI y que busca el respaldo del Frente Social y Político y el apoyo directo de la militancia de izquierda.
No obstante, tiene sus propias críticas: “la decisión de Petro no va a mellar nuestra amistad ni nuestra intención común de construir una propuesta política para la ciudad y el país, pero sí creo que hubiera sido de mínima cortesía que me hubiera comentado su decisión y no me hubiera tenido que enterar por la radio. Petro manifestó públicamente que quería acompañarme. Respeto su determinación, pero creo que más importante que el ejercicio electoral es la consolidación de un proyecto político sin cálculos ni estrategias”.
Gómez Serrano se abstuvo de hacer comentarios sobre la candidatura de María Emma Mejía. Sin embargo, observó que aunque la mayoría de los medios de comunicación no lo mencionan porque viven pegados a las encuestas, desde que Petro y Navarro anunciaron su apoyo a la ex canciller, empezó a recibir apoyos de ediles y gente de las bases del Polo. “Eso me ha dado más ánimo porque me doy cuenta de que lidero un grupo importante y estoy en pro de construir un partido con alternativa de poder.
Todos o afiliados
En términos generales, la pugna por la nominación en el Polo Democrático Alternativo está cerrada. Y a la lucha por la candidatura se suma también la metodología de la consulta. El sector que apoya a María Emma Mejía cree que la consulta del 8 de julio tiene que ser abierta. “Yo voté para que la decisión de elegir al candidato del Polo no fuera exclusivamente de los militantes del partido sino de todos los ciudadanos”, resaltó Gustavo Petro. Así lo creen los líderes afines a su postura política.
En contraste, los dirigentes que apoyan a Samuel Moreno Rojas aseguran que la consulta tiene que adelantarse de conformidad con los estatutos de la colectividad y no puede prestarse a interferencias de personas ajenas al partido. El Consejo Nacional Electoral no ha sido muy claro en el tema y ha emitido dos conceptos que tienen a unos y otros en expectativa para tomar posiciones. Sólo restan 20 días y la decisión requiere algún consenso.
A este último debate se ha sumado la postura de Hernando Gómez, quien cree que el Polo es un partido en construcción y necesita que sus simpatizantes se acerquen a él dentro de su propia estructura. No obstante, plantea que la opción de que voten los militantes y quienes quieran inscribirse antes de las elecciones, constituye un ejercicio democrático. Y concluye: “estoy de acuerdo en que se afilien otras personas que sientan feeling con el Polo Democrático Alternativo”.
Lo cierto es que hoy por hoy, con el apoyo del uribismo, de Cambio Radical y posiblemente del Partido Liberal, Enrique Peñalosa se perfila como el posible ganador de las elecciones de octubre en Bogotá. El Polo puede ser alternativa si lo respaldan liberales y conservadores independientes y si además lo favorecen los votos de opinión, de alguna manera asociados con la gestión de Luis Eduardo Garzón. ¿Esa persona es María Emma Mejía? ¿La opción Samuel Moreno tiene más asidero? El Polo enfrenta su más dura batalla política.
Un dirigente político de base
Nacido en Bogotá, psicólogo de profesión, dos veces alcalde de la localidad de Teusaquillo y por 20 años catedrático universitario, Hernando Gómez Serrano es un aguerrido dirigente de izquierda con una causa: la defensa de las libertades fundamentales.
Con ese propósito, trabajando en los barrios, con las organizaciones sociales, en el activismo de la calle, forjó su destino político y desde 1997 busca la Alcaldía de Bogotá. Ese año lo apoyó la Unión Patriótica, después fue parte activa para la creación del Polo Democrático. Hoy, desde su militancia de izquierda, en 20 días una vez más espera convertirse en candidato a la Alcaldía.
Las Explicaciones
“SAMUEL MORENO ES EL CANDIDATO QUE MEJOR REPRESENTA AL POLO Y ES LA FIGURA IDEAL PARA DERROTAR A PEÑALOSA”.
Jorge Robledo, senador
“EL CRITERIO BAJO EL CUAL TOMÉ LA DECISIÓN DE APOYAR A MARÍA EMMA NO FUE IDEOLÓGICO, SINO PENSANDO EN LO QUE MÁS LES CONVIENE A LA CIUDAD Y A LOS BOGOTANOS”.
Gustavo Petro, senador
“RESPETO MUCHO LA DECISIÓN DE GUSTAVO PETRO DE APOYAR A MARÍA EMMA, PERO CREO QUE HUBIERA SIDO ALGO DE MÍNIMA CORTESÍA QUE ME HUBIERA AVISADO.”
Hernando Gómez, precandidato a la Alcaldía
“NO CAMBIA EN NADA QUE PETRO Y NAVARRO APOYEN A MARÍA EMMA, PUES SAMUEL MORENO HA LOGRADO LLEGAR DONDE ESTÁ POR SU TRABAJO Y ESTOY SEGURO DE QUE GANARÁ LA CONSULTA”.
Germán Navas Talero, representante a la Cámara
“MARÍA EMMA ES LA CANDIDATA IDEAL POR SER HONRADA, BUENA ADMINISTRADORA, ESTAR COMPROMETIDA EN LA LUCHA CONTRA LA POBREZA Y TENER UNA TRAYECTORIA DE TRABAJO EN PRO DE LA PAZ Y LOS DERECHOS HUMANOS”.
Carlos Vicente de Roux, concejal