¿Yidis fue secuestrada?
Tuesday, August 05, 2008
Ya lo habíamos dicho: la conducta de los enemigos de la reelección presidencial por lo menos despiertan suspicacias. El ministro Diego Palacio señaló que a la polémica Yidis Medina la habían secuestrado los partidarios del no.
El representante del Polo Germán Navas Talero replicó airado (esa es su costumbre de abogado litigante y pantallero televisivo) y le pidió al Ministro que presentara la grabación en la que Yidis afirma que “se sintió como secuestrada”. Ojalá el ministro tenga el audio, pues yo también escuché esa afirmación de boca de la señora Medina en la entrevista que le concedió a Caracol radio el 30 de marzo pasado.
Dijo Navas Talero que el Ministro tenía que explicar los motivos por los que había guardado la información durante cuatro años… si el jurista de televisión escuchara más y gritara un poquito menos, encontraría la respuesta: porque Yidis medina lo informó un mes antes de la denuncia de Palacio Betancourt.
Pero lo importante es que el representante del PDA admitió que se había realizado la reunión convocada por Clara Pinillos y que fueron salameros, por lo menos, con Yidis Medina a quien atendieron con paella, alitas de pollo y trago fino.
¿Por qué semejantes atenciones? No era una celebración, pues no tenían nada ganado: era la oficialización de la conjura en contra de la reelección y en ella, como lo dijo el Presidente, les ofrecieron a los indecisos puestos en alcaldías y gobernaciones controladas por los opositores.
Pero hay una situación sustantiva: si Yidis era conservadora y fue citada por liberales y polistas, el ofrecerle cualquier dádiva, así sea un plato de comida, ¿no es de por si un cohecho cumplido? La ley no discrimina el precio que paga el que peca y en este caso el delito es mucho más grave si se tiene en cuenta que el acuerdo y el cohecho tenían el propósito de impedir que los ciudadanos se pronunciaran en las urnas, es decir, cohecho para la obstrucción democrática.
Lo anterior no es un asunto menor, pues deja por el suelo el argumento de la Corte según el cual, Yidis vendió su conciencia. Eso es falso: Yidis vendió su voto, como cualquier político colombiano, al mejor postor y lo puso en subasta para que lo comprara el que más pagara.
Ahora bien, si Navas Talero le reclama al Ministro por la demora en la entrega de la información, ¿por qué no ha hecho lo propio con Daniel Coronell? Es que esa entrevista hubiese puesto en serios aprietos la candidatura de Uribe y seguramente habría fortalecido las aspiraciones de la oposición. Mucho me temo que la razón es siniestra: la entrevista solo ocurrió después de la aparición de los computadores de ‘Raúl Reyes’, en un delicado montaje para hacer estallar el escándalo, con pactos previos con las altas instancias jurídicas del país para que a Yidis no le fuera tan mal.
El representante del Polo Germán Navas Talero replicó airado (esa es su costumbre de abogado litigante y pantallero televisivo) y le pidió al Ministro que presentara la grabación en la que Yidis afirma que “se sintió como secuestrada”. Ojalá el ministro tenga el audio, pues yo también escuché esa afirmación de boca de la señora Medina en la entrevista que le concedió a Caracol radio el 30 de marzo pasado.
Dijo Navas Talero que el Ministro tenía que explicar los motivos por los que había guardado la información durante cuatro años… si el jurista de televisión escuchara más y gritara un poquito menos, encontraría la respuesta: porque Yidis medina lo informó un mes antes de la denuncia de Palacio Betancourt.
Pero lo importante es que el representante del PDA admitió que se había realizado la reunión convocada por Clara Pinillos y que fueron salameros, por lo menos, con Yidis Medina a quien atendieron con paella, alitas de pollo y trago fino.
¿Por qué semejantes atenciones? No era una celebración, pues no tenían nada ganado: era la oficialización de la conjura en contra de la reelección y en ella, como lo dijo el Presidente, les ofrecieron a los indecisos puestos en alcaldías y gobernaciones controladas por los opositores.
Pero hay una situación sustantiva: si Yidis era conservadora y fue citada por liberales y polistas, el ofrecerle cualquier dádiva, así sea un plato de comida, ¿no es de por si un cohecho cumplido? La ley no discrimina el precio que paga el que peca y en este caso el delito es mucho más grave si se tiene en cuenta que el acuerdo y el cohecho tenían el propósito de impedir que los ciudadanos se pronunciaran en las urnas, es decir, cohecho para la obstrucción democrática.
Lo anterior no es un asunto menor, pues deja por el suelo el argumento de la Corte según el cual, Yidis vendió su conciencia. Eso es falso: Yidis vendió su voto, como cualquier político colombiano, al mejor postor y lo puso en subasta para que lo comprara el que más pagara.
Ahora bien, si Navas Talero le reclama al Ministro por la demora en la entrega de la información, ¿por qué no ha hecho lo propio con Daniel Coronell? Es que esa entrevista hubiese puesto en serios aprietos la candidatura de Uribe y seguramente habría fortalecido las aspiraciones de la oposición. Mucho me temo que la razón es siniestra: la entrevista solo ocurrió después de la aparición de los computadores de ‘Raúl Reyes’, en un delicado montaje para hacer estallar el escándalo, con pactos previos con las altas instancias jurídicas del país para que a Yidis no le fuera tan mal.
Por Jaime Restrepo. Director Sistema Atrabilioso.